La persona que padece un trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) tiene un pensamiento, miedo y/o preocupación repetitiva que intenta superar por medio de la realización de una actividad ritual. Estos pensamientos repetitivos se les denomina obsesiones y las actividades ritualistas, se denominan compulsiones. Estos pensamientos son irracionales y grandes generadores de ansiedad. Las compulsiones nacen como un medio de aliviar dicha ansiedad. Cuando las obsesiones no reciben tratamiento, tienden a hacerse más frecuentes y los rituales, por lo tanto, aumentan su necesidad de realizarse, dado que la ansiedad también ha aumentado, de tal manera que llegan a interferir de manera considerable en las acitividades cotidianas, la vida familiar y las relaciones sociales. En la edad infantil, los pensamientos obsesivos y los rituales tienen un papel especial. Los pensamientos obsesivos ayudan a mantener la atención y los rituales se suelen realizar en conductas de aseo, comidas y protocolo de ir a dormir. Esto les ayuda a escalonar su ejecución y a tener mayor sensación de control y de entendimiento sobre el mundo que les rodea. Los rituales también se dan en la infancia en el desarrollo de los juegos. Cuando se va creciendo, en la adolescencia, se tiende a coleccionar objetos. Todo esto ayuda a socializarse, aprender a estar con los iguales y a aliviar la ansiedad que las nuevas situaciones les provocan. Esto se diferencia de los pensamientos obsesivos de un niño diagnosticado de TOC en que estos son pensamientos indeseados que provocan gran angustia y tienen que ver con propios miedos y los rituales interfieren en la vida, no la facilitan. Si bien puede aparecer este trastorno en la infancia, es más habitual que aparezca en la adolescencia.
Todas las personas en algún momento de nuestra vida podemos experimentar la presencia de pensamientos insidiosos y absurdos que aparecen sin que nuestra voluntad intervenga. Este no es el problema. De hecho muchas personas sanas tienen alguna conducta compulsiva sin que esta dificulte en lo más mínimo su vidam por ejemplo, comprobar varias veces que han cerrado la puerta de entrada, haber quitado el gas, etcétera. Lo importante es cómo nos sentimos y qué hacemos con dichos pensamientos. La mayoría descarta estos pensamientos como absurdos y no les da ningún crédito sobre el mensaje de los mismos. Una persona diagnostica de TOC se cree estos pensamientos como indicativos de alguna verdad ('si algo no ha ocurrido mis pensamientos me anuncian que ocurrirá') es más creen más en la veracidad de los pensamientos obsesivos que la veracidad de la realidad, de los hechos que desconfirman totalmente dichos pensamientos.
Las obsesiones se pueden agrupar según su contenido. Así podemos distinguir:
- Obsesiones de tipo agresivo: miedo a dañar a los suyos, miedo a dañarse a si mism@, miedo a decir palabras malsonantes, a insultar, a dañar a las personas, a cometer crímenes y/o delitos, etcétera.
-Obsesiones de contaminación: miedo a tocar objetos que puedan inocular virus/bacterias, miedo a contraer enfermedades, miedo a los gérmenes, miedo a la suciedad, miedo a las secreciones corporales, etcétera,
-Obsesiones de tipo sexual: miedo a ser homosexual, a ser un pedófilo, a cometer incesto, a hacer insinuaciones promiscuas a personas desconocidas, a tener pensamientos sexuales considerados perversos, etcétera.
- Obsesiones de otras categorías: necesidad de orden, colocación obsesiva de objetos, miedo a no saber hablar, moverse, pensar de forma correcta, etcétera.
Las compulsiones suelen tener que ver con las obsesiones, así si tengo miedo de dañar a los mios, intento que los objetos punzantes como tijeras, cuchillos, no estén a la vista, incluso se puede llegar a eliminar de la casa, si tengo miedo de contaminarme, la compulsión puede ser lavarme las manos frecuentemente, incluso llegar a utilizar alcohol para desinfectarlas mejor. Estas compulsiones alivian momentaneamente la angustia que provocan los pensamientos obsesivos, pero estos vuelven a aparecer por lo que hay que volver a realizar la compulsión, llegando a tal frecuencia que la vida normal se ve dificultada al máximo, pudiendo llegar a no poder realizarla porque las compulsiones ocupan mucho tiempo. Algunas veces las compulsiones son variadas y se deben realizar en un orden determinado para aliviar la ansiedad. Esto son lo que se llama rituales. Estos suelen durar muchos minutos (acercándose a veces a la hora de duración). Dado que son complejos y largos pueden darse errores, y cualquiera de ellos, por mínimo que sea, produce una necesidad de volver a iniciar el ritual.
El trastorno se instala debido a que las compulsiones nacen para aliviar la ansiedad que producen los pensamientos obsesivos pero dado que a estos se les ha dado credibilidad tienden a aumentar la frecuencia de aparición y la angustia que provocan no se ve muy aliviada por la compulsión por lo que esta se tiene que repetir varias veces para que se alivie, y cada vez será mayor el número de repeticiones. Esto crea problemas porque las compulsiones ocupan tanto tiempo que es difícil hacer vida normal.
Las personas diagnosticadas por TOC sufren mucho porque son capaces de ver lo absurdo de sus pensamientos y la poca lógica de sus rituales pero se ven atrapadas en la necesidad de hacerlos para intentar aliviar su ansiedad y no ven otra forma de hacerlo. Además sufren mucho porque la angustia que les producen los pensamientos obsesivos es muy elevada. Se sienten atrapados. Este trastorno, además, puede ir acompañando a otros, así podemos encontrar personas diagnosticadas de depresión y que presentan a la vez un TOC, o tener un trastorno de ansiedad con ataques de pánico y presentar también un TOC. También se da con frecuencia en las personas con trastonos de la conducta alimentaria.
Todas las personas en algún momento de nuestra vida podemos experimentar la presencia de pensamientos insidiosos y absurdos que aparecen sin que nuestra voluntad intervenga. Este no es el problema. De hecho muchas personas sanas tienen alguna conducta compulsiva sin que esta dificulte en lo más mínimo su vidam por ejemplo, comprobar varias veces que han cerrado la puerta de entrada, haber quitado el gas, etcétera. Lo importante es cómo nos sentimos y qué hacemos con dichos pensamientos. La mayoría descarta estos pensamientos como absurdos y no les da ningún crédito sobre el mensaje de los mismos. Una persona diagnostica de TOC se cree estos pensamientos como indicativos de alguna verdad ('si algo no ha ocurrido mis pensamientos me anuncian que ocurrirá') es más creen más en la veracidad de los pensamientos obsesivos que la veracidad de la realidad, de los hechos que desconfirman totalmente dichos pensamientos.
Las obsesiones se pueden agrupar según su contenido. Así podemos distinguir:
- Obsesiones de tipo agresivo: miedo a dañar a los suyos, miedo a dañarse a si mism@, miedo a decir palabras malsonantes, a insultar, a dañar a las personas, a cometer crímenes y/o delitos, etcétera.
-Obsesiones de contaminación: miedo a tocar objetos que puedan inocular virus/bacterias, miedo a contraer enfermedades, miedo a los gérmenes, miedo a la suciedad, miedo a las secreciones corporales, etcétera,
-Obsesiones de tipo sexual: miedo a ser homosexual, a ser un pedófilo, a cometer incesto, a hacer insinuaciones promiscuas a personas desconocidas, a tener pensamientos sexuales considerados perversos, etcétera.
- Obsesiones de otras categorías: necesidad de orden, colocación obsesiva de objetos, miedo a no saber hablar, moverse, pensar de forma correcta, etcétera.
Las compulsiones suelen tener que ver con las obsesiones, así si tengo miedo de dañar a los mios, intento que los objetos punzantes como tijeras, cuchillos, no estén a la vista, incluso se puede llegar a eliminar de la casa, si tengo miedo de contaminarme, la compulsión puede ser lavarme las manos frecuentemente, incluso llegar a utilizar alcohol para desinfectarlas mejor. Estas compulsiones alivian momentaneamente la angustia que provocan los pensamientos obsesivos, pero estos vuelven a aparecer por lo que hay que volver a realizar la compulsión, llegando a tal frecuencia que la vida normal se ve dificultada al máximo, pudiendo llegar a no poder realizarla porque las compulsiones ocupan mucho tiempo. Algunas veces las compulsiones son variadas y se deben realizar en un orden determinado para aliviar la ansiedad. Esto son lo que se llama rituales. Estos suelen durar muchos minutos (acercándose a veces a la hora de duración). Dado que son complejos y largos pueden darse errores, y cualquiera de ellos, por mínimo que sea, produce una necesidad de volver a iniciar el ritual.
El trastorno se instala debido a que las compulsiones nacen para aliviar la ansiedad que producen los pensamientos obsesivos pero dado que a estos se les ha dado credibilidad tienden a aumentar la frecuencia de aparición y la angustia que provocan no se ve muy aliviada por la compulsión por lo que esta se tiene que repetir varias veces para que se alivie, y cada vez será mayor el número de repeticiones. Esto crea problemas porque las compulsiones ocupan tanto tiempo que es difícil hacer vida normal.
Las personas diagnosticadas por TOC sufren mucho porque son capaces de ver lo absurdo de sus pensamientos y la poca lógica de sus rituales pero se ven atrapadas en la necesidad de hacerlos para intentar aliviar su ansiedad y no ven otra forma de hacerlo. Además sufren mucho porque la angustia que les producen los pensamientos obsesivos es muy elevada. Se sienten atrapados. Este trastorno, además, puede ir acompañando a otros, así podemos encontrar personas diagnosticadas de depresión y que presentan a la vez un TOC, o tener un trastorno de ansiedad con ataques de pánico y presentar también un TOC. También se da con frecuencia en las personas con trastonos de la conducta alimentaria.
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