Cuando una persona padece ansiedad, angustia, puede sufrirla de dos formas: o bien de una manera permanente o a ráfagas intercalándose con momentos de aparente normalidad.
Veamos los tipos de ansiedad con mayor detenimiento.
1. CRISIS DE ANGUSTIA (ATAQUES DE PÁNICO).
Es la aparición de ansiedad de forma repentina y en su nivel más elevado. No suele presentar síntomas previos, por lo que no hay manera de saber cuándo va a aparecer. Puede aparecer incluso durante el sueño, despertándose en plena crisis de angustia.
Estas crisis, el paciente, las vive como indicios de una muerte inminente. Su padecimiento se da a nivel físico con una serie de síntomas: palpitaciones, sudoración, respiración acelerada, presión en el pecho, sensación de ahogo, mareos, molestias digestivas y/o nauseas, aturdimiento, palidez, etcétera. La sensación de presión en el pecho, puede llegar a ser doloroso, notando un fuerte dolor en el pecho. También hay otro tipo de síntomas como el miedo a perder el control, a 'volverse loco', miedo a morir, desrealización, despersonalización y una sensación de extrañeza y de miedo muy intensas.
Las crisis suelen durar unos minutos aunque algunas veces duran algo más. Es tan intensa la sensación de peligro, sobre todo por las sensaciones que tiene de mal funcionamiento del corazón, que el paciente suele acudir a especialistas para buscar la causa de estas molestias, no quedandose tranquilo aunque el médico le verifique que su corazón funciona correctamente. Supone que algo tan intenso, con tanta carga de sufrimiento, es imposible que no tenga una correspondencia orgánica, que no tenga una enfermedad física grave detrás.
Veamos los tipos de ansiedad con mayor detenimiento.
1. CRISIS DE ANGUSTIA (ATAQUES DE PÁNICO).
Es la aparición de ansiedad de forma repentina y en su nivel más elevado. No suele presentar síntomas previos, por lo que no hay manera de saber cuándo va a aparecer. Puede aparecer incluso durante el sueño, despertándose en plena crisis de angustia.
Estas crisis, el paciente, las vive como indicios de una muerte inminente. Su padecimiento se da a nivel físico con una serie de síntomas: palpitaciones, sudoración, respiración acelerada, presión en el pecho, sensación de ahogo, mareos, molestias digestivas y/o nauseas, aturdimiento, palidez, etcétera. La sensación de presión en el pecho, puede llegar a ser doloroso, notando un fuerte dolor en el pecho. También hay otro tipo de síntomas como el miedo a perder el control, a 'volverse loco', miedo a morir, desrealización, despersonalización y una sensación de extrañeza y de miedo muy intensas.
Las crisis suelen durar unos minutos aunque algunas veces duran algo más. Es tan intensa la sensación de peligro, sobre todo por las sensaciones que tiene de mal funcionamiento del corazón, que el paciente suele acudir a especialistas para buscar la causa de estas molestias, no quedandose tranquilo aunque el médico le verifique que su corazón funciona correctamente. Supone que algo tan intenso, con tanta carga de sufrimiento, es imposible que no tenga una correspondencia orgánica, que no tenga una enfermedad física grave detrás.